Hace un par de meses, en una comida de sobaquillo salió el tema de que algunos teníamos alguna Ermita en casa. Nos pusimos a tomar nota y resultó que podíamos juntarlas todas y así montar una especie de vertical de este increíble vino. Algunos de los allí presentes no tenían Ermita, pero traerían alguna cosa de nivel.
Dicho y hecho, llegó el día marcado en el calendario y nadie faltó a la cita. Para la cata conseguimos juntar lo siguiente:
- Ermita 1994
- Ermita 1995
- Ermita 1996
- Ermita 1997
- Ermita 1998
- Ermita 2000
- Ermita 2007
- 2003 by Bollinger
- Jacques Selosse Substance
- Celler Batlle 2002
- La Grande Année 1996
- J. J. Prum Sonnenuhr Auslese 1994
Dada la calidad de los vinos, pocos apuntes pude tomar ya que preferí dedicar mi tiempo a beber en vez de a escribir.
1994. Todo un jovenzuelo. Con tanicidad, buena aciedez, sedoso y con bastante fruta dada su edad.
1995. El más evolucionado de todos, apareciendo recuerdos licorosos y con menos presencia de fruta.
1996. Uno de los mejores de la velada. Muy frutal, elegante, fino, buena taniciedad.
1997. Recuerdos torrefactos en nariz y muy sedoso en boca.
1998. Redondo, complejo, buena carga frutal, buena acidez, elegante,postgusto muy largo.
2000. Buena intensidad donde predominan los balsámicos y la fruta negra.
2007. Menudo jovenzuelo, fruta a raudales, gran acidez y aun está, obviamente, tánico. Claramente diferente a los demás debido, logícamente a que es el primer monovarietal de garnacha.
Finalmente, para limpiarnos la boca de tanto tanino, llegó el turno de los espumosos y donde realmente hubo 2 champagnes que estuvieron increíbles.
Jacques Selosse Substance resultó ser algo diferente a la vez que increíble, un buen amigo me dijo que era como una manzanilla con burbujas y no iba para nada desencaminado. Una acidez perfecta, combinanda con un carbónico muy presente y bien integrado y paso por boca muy fresco y agradable. De los mejores espumosos que he probado.
La Grande Année 1996 no se quedó atrás, un champagne de 16 años con buena acidez, carbónico muy integrado, toques de levadura y muy complejo.
Sin duda alguna una de las mejores veladas vinícolas que he tenido la suerte de disfrutar.
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